Este primer día de ruta extremeña lo dediqué a conocer el pueblo en el que me hospedaba y fue un acierto total.
Llegué a Zafra a las 18 de la tarde porque es cuando mi amigo salía de trabajar. Quedé con él en su trabajo, una obra en El Raposo de la que él es arqueólogo y de allí nos fuimos a Zafra.
Al llegar a Zafra me sorprendió la cantidad de gente que paseaba por sus calles y lo animado que estaba el pueblo. Me sorprendió también la cantidad de hostales y hoteles que había. Si habéis pensado en hacer un viaje por la zona os recomiendo muy mucho Zafra como punto donde hospedarse y del que salir para las diferentes rutas.
Yo al haberme hospedado allí, todo lo que os voy a ir contando de tiempos y demás, es contando con salir desde Zafra. Si os hospedáis en otro sitio tenedlo en cuenta porque las distancias en Extremadura son grandes.
Esa tarde paseamos por Zafra y mi amigo Álex me estuvo enseñando los lugares emblemáticos del pueblo, la verdad que todas las calles son bonitas. Hay casas muy bonitas además de los edificios históricos de obligada visita.
Hay muchos lugares curiosos como La casa donde nació y vivió un Clérigo que fue el primer campeón del mundo de ajedrez en 1575.
También es muy bonito el Palacio de los Duques de Feria de Zafra, se puede entrar a ver el salón, que es un restaurante muy bonito pero también muy caro. Paseamos por las callejuelas, llegamos al ayuntamiento viendo callecitas y rincones muy bonitos.
Lo que también me ha gustado y sorprendido es la forma de integrar lo antiguo con lo nuevo. La forma de darle vida a edificios históricos y darles un uso. Por ejemplo, me encantó la tienda de ropa Stradivarius, está en un edificio antiguo perfectamente conservado, lleno de columnas y arcos, un patio, etc. Es sin duda una gran forma de integrar la arquitectura clásica con la vida moderna y es muy bonito para darles una segunda vida a esos edificios y que sea una ciudad viva.
Sin duda otro par de sitios emblemáticos del pueblo son la Plaza Grande y la Plaza Chica. Son los dos centros neurálgicos de Zafra. El ambiente en ambas plazas es increíble. Siempre están llenas de gente paseando o tomando algo en alguno de los numerosos bares y restaurantes que hay en ellas.
Sus calles empedradas, su fuente, columnas y decoraciones florales de balcones tienen mucho encanto.


Plaza Grande de Zafra
Para terminar el día cenamos en «Bar Taxi» donde no debéis iros sin probar el magro a la brasa. La comida estaba bastante rica y de precio genial.
Después nos fuimos a casa a descansar para estar preparados para el segundo día de ruta extremeña.
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