• Ir a navegación principal
  • Ir al contenido principal
  • Ir a la barra lateral primaria

Marisa Riquelme web

Dietista en Murcia

  • Servicios
  • Blog
    • Artículos
    • Viajes y rutas
    • Nutrición
    • Salud mental
    • Deporte
  • Recetas
  • Sobre mí
  • Contactar
  • Redes sociales

Segundo día de ruta extremeña

1 agosto, 2021 por Marisa Riquelme

El segundo día de ruta extremeña lo dedicamos por completo a visitar la ciudad de Mérida. Es un lugar digno de ver.

Antes de salir hacia Mérida, mi amigo tenía que pasar por su trabajo ubicado al lado de un balneario. Decidimos ir al balneario para ver qué tal era y la verdad que fue una decepción. El balneario en cuestión es «El Raposo». Me pareció caro en relación a lo que había dentro, además la media de edad era altísima, únicamente había personas mayores. Únicamente había una piscina con 4 jacuzzis y chorros y una sala con una ducha de agua hirviendo o helada con aceites esenciales y luces de colores. Sinceramente el precio que pagamos por una hora, no lo merece, ni por 2 ni por 3 a ese precio. Comparándolo con un balneario que hay en la Región de Murcia, el «balneario de Archena», nada que ver. Las comparaciones son odiosas, sí, pero es inevitable hacerlas. En resumen, que no os recomiendo que vayáis al balneario El Raposo.

Además, me tuve que lavar el pelo en un lavabo, puesto que las duchas estaban inhabilitadas por el tema Covid. Pero es que me parece super arbitrario todo esto. ¿No me puedo duchar pero sí puedo meterme en una piscina con vapores y sin ventilación con 20 personas más casi todas ellas de riesgo? Puedo tocar cualquier utensilio, botones para activar las cosas, la ducha propia del balneario de antes de entrar al agua, ¿pero no ducharme?

¿Puedo tocar el botón de un parquímetro que nunca nadie limpia ni desinfecta pero no hay agua en las fuentes públicas municipales? En fin, la hipocresía, poca coherencia y falta de criterio de quienes hacen las medidas, dejemos el tema, que me banean de Google también, (un saludito si me estáis leyendo, queridos denunciantes).

De allí y tras mi lavada de pelo en un lavabo, con el champú violeta matizador (chúpate esa, El Raposo, conseguí lavarme el pelo), fuimos dirección Mérida.

En Mérida lo primero que tenéis que hacer es comprar un abono para poder visitar diferentes monumentos. Merece mucho la pena comprarlo. Lo podéis comprar en las taquillas del Anfiteatro y el Teatro Romano, por ejemplo y ya entrar a visitarlo. Es impresionante, merece mucho la pena visitarlo.

  • merida002

Después de esta visita fuimos a comer al restaurante «A de Arco» con reserva previa. Cuando vayáis a reservar os preguntarán si carta o tapas, si decís tapas os ponen en la terraza y además podéis pedir también de carta, al revés no, lo digo para que lo tengáis en cuenta. La comida estaba brutal, además un trozo del enorme arco es una de las paredes del restaurante y es una pasada.

Después de comer seguimos paseando por la ciudad y llegamos al Acueducto de los Milagros. Está muy bien conservado y es algo que hay que ver sí o sí en Mérida. También os podéis relajar en el césped un ratito, os vendrá bien si vais en verano y en plena hora de la siesta como nosotros.

De ahí seguimos nuestro camino hasta el circo romano. Es una maravilla única en el mundo. Es el único que está entero, que no ha sido destruido para hacer alguna calle, como suele ser habitual en un monumento de tal envergadura, podías imaginar las cuádrigas recorriéndolo. Me parece algo impresionante que esté completo.

Después de estar deambulando por la ciudad viendo multitud de monumentos, nos montamos en un trenecito turístico que te da una vuelta por el centro histórico y te enseñan monumentos y te cuentan curiosidades. Después de todo el día pateando, viene bien.

Fuimos a cenar a un restaurante al lado del Teatro Romano, puesto que teníamos reserva para ver la obra de teatro «Hipatia de Alejandría». Deciros que me encantó tanto la obra como el emplazamiento, las luces, etc. Es una visita obligada si vas a Mérida. Repetiría sin dudarlo. La obra fue una maravilla. Los actores eran muy buenos y la puesta en escena brutal. Seguro que cualquier obra en dicho emplazamiento es una maravilla, pero una obra inspirada en un personaje griego clásico, sin duda es un plus.

Después de ver la obra nos fuimos a casa, habíamos madrugado mucho y aún nos quedaba un viaje de 1 hora para llegar a casa en Zafra. Sin duda mereció la pena el día. No no fuimos sin antes hacerme la típica foto de postureo en el cartelito de «Mérida» y alguna más por ahí, jaja.

merida005

Tras llegar a casa, me comieron los mosquitos y tuve una noche de mierda, dormí menos de 2 horas y media y al día siguiente pusimos rumbo a nuestro siguiente destino. Te invito a leer sobre el tercer día de ruta.

Si quieres saber más sobre mí, puedes leer este post también que tengo en la web «sobre mí«.

También puedes cotillear mi Instagram personal (@marisariq8) o profesional (@maestra_realfooder).

Archivado en:Viajes y rutas

sidebar

sidebar-alt

Marisa Riquelme © 2025 · Creado con por Web de Nutris · Aviso legal