El cuarto día de ruta extremeño-portuguesa visitamos fuimos hacia el oeste de Extremadura y a la parte este de Portugal.
Comenzamos tomando un café y una tostada de tomate y jamón ibérico en Zafra que nos supieron a gloria y marchamos hacia nuestro primer destino, Jerez de los Caballeros.
Es un pueblo muy bonito donde estuvimos paseando por la Iglesia Parroquial de San Bartolomé, la Parroquia de San Miguel, el Ayuntamiento, la Plaza Alcazaba, la Torre del Homenaje. Las calles son en general muy bonitas para pasear por ellas.
Después de esa parada fuimos dirección a Portugal y como teníamos un poco de hambre paramos a comer en Villanueva del Fresno, en un bar a la entrada del pueblo que se llamaba «Café bar La Esquina». La comida estaba rica y bien de precio, la única pega que le pondría es que tardaron bastante en sacar la comida.
Pusimos finalmente rumbo para nuestro siguiente destino, Monsaraz. El castillo es una pasada y pasear por sus calles también. Lo único que no mola es que está deshabitado. Hay tiendecitas, restaurantes y rincones muy bonitos, las calles son preciosas y las vistas desde el castillo son impresionantes. Nosotros no comimos en ninguno de los sitios porque como ya sabéis, comimos antes de cruzar la frontera, también compramos unas botellas de agua y fue suficiente.
Tras nuestra parada en Monsaraz fuimos a una ciudad portuguesa llamada Évora, patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Ninguno de los dos conocíamos la ciudad y fuimos un poco a la aventura. La ciudad es muy bonita pero bastante sucia. Las papeleras estaban llenas y con bolsas fuera, y en general las calles estaban sucias. Nunca en mi vida he visto tantas colillas por los suelos como las que he visto en estos días en Portugal. Fuma muchísima gente, la verdad que me ha sorprendido.
Bueno, entrando en materia, paseamos por las calles tras aparcar estupendamente, pese a ser domingo, dejamos el coche cerca del centro. Paseamos por sus calles y fuimos al tempo romano de Diana. Está muy bien conservado y es todo un símbolo de la presencia romana en Portugal.

Buscando ahora una ubicación en Évora para referenciarla, he encontrado una cosa, que si hubiera sabido que existía estando allí, habría ido. Sin duda no es para personas aprensivas, se trata de la Capilla de los huesos. Podéis buscar en Google sobre ella antes de ir.
También fuimos a la Catedral de Évora. La catedral es impresionante, además se puede subir a sus tejados y contemplar las torres desde cerca, el patio del Claustro y unas preciosas vistas de toda la ciudad.
La verdad que nos quedaron cosas por ver en Évora pero teníamos camino aún hasta llegar a casa y además un amigo del trabajo de Álex, Rafa, nos había dicho que nos pasáramos por su casa a coger una tortilla de patatas y 1,5 L de gazpacho. Sin duda había que cumplir, jeje. Esa noche nos vino de lujo tener la cena.
Te invito a seguir conmigo en esta aventura leyendo el post del siguiente día de ruta.
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